Estudio demuestra que impuesto al plástico tendría reducido impacto sobre la economía

9 de Agosto de 2019

Diálogo con la prensa

·  Los efectos positivos se verían sobre actividades económicas de manufactura como: papel, metal, cemento, cal y yeso; los negativos recaerían sobre las actividades inmobiliarias, de construcción, minas y canteras.

·  De aprobarse el proyecto de Ley, las personas más ricas pagarían más por este impuesto que las más pobres.

San José, Costa Rica, 09 de agosto de 2019.  Con el fin de promover evidencia que permita la toma de decisiones sobre la problemática de la contaminación plástica, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), presentaron este viernes la más reciente investigación sobre el impacto económico del impuesto al plástico en el país, tomando en cuenta el impacto negativo de los plásticos en el ambiente, y el aporte de esta industria a la economía nacional.

Dicha investigación corresponde al análisis del Proyecto de Ley 21159 “Ley para solucionar la contaminación de residuos plásticos”, que propone desincentivar el consumo de plásticos de un solo uso, para limpiar los ecosistemas y transformar la industria a fin de conservar la biodiversidad, el crecimiento económico y los servicios ecosistémicos culturales, de aprovisionamiento, sostenimiento y regulación.

Según datos del Ministerio de Salud, en Costa Rica cerca de 40.150 toneladas de plásticos terminan en entornos naturales cada año, lo cual genera una serie de externalidades como afectación a la salud de las personas dada la exposición a los componentes tóxicos, daños a la infraestructura de la actividad pesquera, bloqueo de vías fluviales y alcantarillados que aumenta la probabilidad de desastres, entre otras.

Por su parte, la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) registra que para 2017 en Costa Rica el plástico alcanzó un valor de $1 215 millones, convirtiéndose en el mayor importador de plástico y sus manufacturas de Centroamérica. En el país operan131 empresas importadoras que generan 13.406 empleos.

Dado que los efectos del impuesto dependen de la capacidad de reacción de las personas, la investigación se centra en posibles escenarios para estimar los efectos negativos sobre los mercados y la economía. El peor escenario asume que los costos de impuestos son trasladados en su totalidad al consumidor final sin reducir su consumo. El escenario más realista implica que se da una reducción de consumo y solo una parte del costo de los impuestos es trasladado al consumidor final. Los resultados son:

1.   El efecto sobre la producción en el peor escenario sería 0.15% del PIB y en el escenario más realista sería del 0.07% del PIB.

2.   El efecto sobre la inversión en el peor escenario sería del 0.20% del PIB y en el escenario más realista sería del 0.10% del PIB.

3.   El efecto sobre el consumo en el peor escenario sería del 0.09% del PIB y en el escenario más realista sería del 0.04% del PIB.

José Vicente Troya, Representante Residente del PNUD, destaca la propuesta de creación del Fondo Azul que se presenta como una oportunidad para la limpieza de la contaminación plástica existente en el ambiente, así como la transformación sistemática, ordenada y firme de la industria “en los cálculos iniciales se estimaron más de 20 millones de dólares al año disponibles para este fondo a partir del segundo año de vigencia de la Ley. Esto quiere decir que además de desincentivar el consumo de plástico, el proyecto proveería un capital de trabajo para fondear el proceso de transición que necesita la industria nacional de plásticos para reinventarse y aprovechar las oportunidades que ofrece la nueva y creciente demanda de alternativas renovables y compostables; reactivando así la economía y generando nuevos puestos de trabajo verdes”.

Países como Irlanda demuestran la efectividad de los gravámenes como desincentivo al consumo, tras el impuesto establecido en 2002 a las bolsas plásticas (€0,70 la bolsa) se estimuló a una reducción del 90% en el consumo de este producto. Reino Unido, Francia y Chile son otros ejemplos de leyes exitosas que establecen cargas a los productos plásticos.

“En términos generales, con respecto a la parte de la producción, identificamos un efecto negativo por el impuesto. Sin embargo, no todas las industrias se verían afectadas en forma negativa. Hay industrias que se beneficiarían por la necesidad de substituir el plástico por otros materiales. Además, los beneficios del impuesto, que no se calcularon en este documento, podrían compensar los efectos negativos", señaló Juan Robalino, investigador y Sub director del IICE de la UCR.

El especialista en economía ambiental y coordinador del estudio explicó que habría un aumento en la recaudación de impuestos y que para ello habría que tomar en cuenta todo lo que eso significa en este momento de crisis fiscal. Pero aún más importante sería el hecho de que habría una reducción en las externalidades con efectos positivos sobre la salud y la economía.

En cuanto a los resultados que arroja el estudio con relación a los hogares Robalino detalló que "estimamos que las personas de más bajos ingresos pagarían mucho menos que los de ingresos más altos. Sin embargo, existirá un efecto regresivo en términos relativos por la desigualdad de ingresos que existe entre los grupos más pobres y más ricos”. En este apartado los resultados indican que:

1. El impuesto afectaría en forma absoluta más a los hogares en los deciles más ricos. Sin embargo, en forma relativa al ingreso, el impuesto afectaría más a los deciles más bajos.

2. Se calcula que el gasto per cápita de un hogar del decil más pobre aumentaría entre 269 colones lo que representa un 0.19 % del ingreso per cápita mensual del hogar (escenario más realista) y 584 colones que representa un 0.40 % del ingreso (escenario más pesimista).

3. El decil más rico por su parte pagaría entre 710 colones que representa un 0.03% del ingreso mensual per cápita del hogar (escenario más realista) y 1471 colones que representa un 0.06 % del ingreso (escenario más pesimista).

La investigación subraya que las implicaciones del impuesto al plástico beneficiaría actividades económicas de manufactura como papel (crecimiento del 73.0 %), metal (crecimiento del 6.4 %), cemento, cal y yeso (crecimiento del 2.5 %). Esta iniciativa además beneficiaría a aquellas actividades relacionadas con el sector turismo, que posicionan al país a nivel mundial como un destino líder en conservación. Este sector, según datos el Banco Central de Costa Rica para el año 2016, aportó directa e indirectamente un 8.2 % al Producto Interno Bruto y representó un 8.8% del empleo en el país.

Este estudio fue comisionado al IICE de la UCR, por parte del PNUD en el marco de su apoyo a la Estrategia Nacional para la Sustitución de Plásticos de Un Solo Uso por Alternativas Renovables y Compostables, y en seguimiento al Proyecto Finanzas para la Biodiversidad (BIOFIN). 

Descargue el estudio completo aquí.