¿Saínos cerca de la ciudad? ¿Un gavilán piquiganchudo dominando el cielo urbano? No son postales de antaño o una leyenda de cómo se veía la Gran Área Metropolitana hace medio siglo. Son parte de los registros hechos por habitantes del Corredor Biológico Interurbano María Aguilar (CBIMA), que se unen a la ciencia ciudadana.

El Comité Local del CBIMA lanzó su Programa Urbano de Monitoreo Biológico Participativo con el apoyo del Proyecto Paisajes Productivos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la participación clave de la Municipalidad de La Unión. Las autoridades y las comunidades del Corredor darán seguimiento a la fauna silvestre y especies clave para monitoreo, conocidas como especies indicadoras biológicas.

Harán el monitoreo a través de conteos anuales de aves o anfibios en puntos establecidos, y el uso de cámaras trampa para detección de mamíferos y aplicaciones móviles. Deben cumplir con los objetivos e indicadores que fomenten el desarrollo de capacidades, conocimientos y aptitudes.

Los datos compilados ayudarán a la toma de decisiones para mejorar la conectividad, áreas verdes y salud de las personas y ecosistemas en el CBIMA. Las comunidades participan de procesos de ciencia ciudadana, como un mecanismo de sensibilización y educación ambiental para mejorar la convivencia con los animales y otra biodiversidad que comparte nuestro hogar común.

Más de 60 brigadistas

Vecinas y vecinos de la ciudad están muy interesadas en observar y conocer la fauna de su comunidad. Desde enero del 2021, se han realizado 6 talleres virtuales de diseño participativo y capacitación a las brigadas. Repasamos temas como monitoreo biológico, ciencia ciudadana, uso de aplicaciones móviles y especies indicadoras de aves, mamíferos y anfibios.

Algunos elementos que la ciudadanía considera fundamentales son el acceso a la información compilada, la igualdad de género e inclusión en la toma de decisiones, así como monitorear la salud de ríos urbanos y áreas boscosas.

Actualmente el Programa cuenta con el apoyo de cuatro brigadas de monitoreo en los cantones de La Unión, Montes de Oca, San José y Alajuelita. 61 personas voluntarias conforman estas brigadas y colaboran con el Comité Local del CBIMA en el monitoreo, compartiendo avistamientos de especies indicadoras y participando en los conteos de aves.

La pandemia impide realizar más actividades de capacitación y monitoreo presenciales. No obstante, también resalta la importancia de aplicaciones móviles como iNaturalist para el monitoreo participativo. Desde sus hogares, jardines y áreas verdes de la comunidad, las brigadas nos comparten sus avistamientos.

Registros valiosos y crecimiento

Ya generamos información de presencia y distribución de especies de interés, algunas muy raras y difíciles de avistar en conteos; e incluso agregamos especies nuevas a las listas oficiales del inventario de fauna del CBIMA, tales como saínos (Pecari tajacu) o el gavilán piquiganchudo (Chondrohierax uncinatus). Un grupo de saínos fue registrado en La Unión.

El primer acercamiento con las comunidades ha sido positivo. Pero queda trecho por recorrer y retos que enfrentar para consolidar el Programa Urbano de Monitoreo Biológico Participativo. En los siguientes meses, se continuará capacitando a las brigadas, fortaleciendo las relaciones y mecanismos de coordinación entre las partes, y trabajando de la mano con instituciones como el SINAC.

El Proyecto Paisajes Productivos también elabora materiales educativos y de apoyo como una guía ilustrada de fauna del CBIMA.